El etiquetado de los alimentos podría reducir su ingesta de calorías

Consumir demasiadas calorías contribuye al sobrepeso y aumenta los riesgos de enfermedades graves causantes de mala salud y muertes prematuras, como afecciones cardiacas, diabetes y muchos cánceres,

Varios estudios han analizado si la colocación de etiquetas nutricionales en alimentos y bebidas no alcohólicas, podría tener un impacto en su compra o consumo. Sin embargo, sus hallazgos han sido mixtos.

Conocer cuántas calorías tiene un alimento puede ayudarnos a elegir alternativas más saludables

Ahora, a través de una revisión sistemática, un equipo de investigadores de Cochrane ha reunido los resultados de los estudios que evaluaron los efectos de las etiquetas nutricionales, en la compra y consumo de alimentos.

El etiquetado de los alimentos podría reducir su ingesta de calorías
El equipo revisó la evidencia para establecer si y en qué medida las etiquetas nutricionales en alimentos o bebidas no alcohólicas, afectan la cantidad de comida o bebida que la gente elige, compra, come o bebe.

Consideraron estudios en los cuales las etiquetas debían incluir información, sobre el contenido nutricional o calórico los alimentos y bebidas.

Se excluyeron aquellos que mostraban sólo logotipos (por ejemplo, estrellas) o colores interpretativos (por ejemplo, el etiquetado tipo «semáforo») para indicar alimentos más saludables y menos saludables.

En total, los investigadores incluyeron evidencia de 28 estudios, de los cuales 11 evaluaron el impacto del etiquetado nutricional en las compras, y 17 evaluaron el impacto del etiquetado en el consumo.

El equipo combinó los resultados de tres estudios, en los que se agregaron etiquetas de calorías a los menús o se colocaron junto a los alimentos en restaurantes, y cafeterías.

Se puede evitar hasta el 12% de calorías adicionales

Para un almuerzo típico con una ingesta de 600 calorías, consistente en una rebanada de pizza y un refresco, el etiquetado puede reducir el contenido de energía de los alimentos comprados en aproximadamente un 8% (48 calorías).

Los autores juzgaron que los estudios tenían defectos potenciales que podrían haber sesgado los resultados.

La combinación de los resultados de ocho estudios llevados a cabo en entornos artificiales o de laboratorio, no pudieron demostrar con certeza, si la adición de etiquetas tendría un impacto en las calorías consumidas.

Sin embargo, cuando se eliminaron los estudios con defectos potenciales en sus métodos, los tres estudios restantes mostraron que tales etiquetas podrían reducir las calorías consumidas, en aproximadamente un 12% por comida.

El equipo notó que aún existía cierta incertidumbre, y que se requieren estudios adicionales bien realizados para establecer el tamaño del efecto de manera más precisa.

La autora principal de la revisión, la profesora Theresa Marteau, directora de la unidad de investigación de comportamiento y salud de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, dice:

«Esta evidencia sugiere que el uso de etiquetas nutricionales podría ayudar a reducir la ingesta de calorías, y tener un impacto útil como parte de un conjunto de medidas destinadas a combatir la obesidad «, y agregó, “no existe una ‘solución mágica’ para resolver el problema de obesidad, por lo que aunque el etiquetado de calorías puede ayudar, también se necesitan otras medidas para reducir la ingesta de calorías”.

La autora, Susan Jebb profesora de la Universidad de Oxford comentó:

«Algunos puntos de venta ya están proporcionando información sobre calorías para ayudar a los clientes a tomar decisiones informadas sobre qué comprar.

Esta revisión debe proporcionar a los responsables de la política, la confianza necesaria para que introduzcan medidas que, fomenten o incluso requieran etiquetado de calorías en menús, comidas y bebidas no alcohólicas en cafeterías, y restaurantes”.

Los investigadores, no pudieron llegar a conclusiones firmes sobre el efecto del etiquetado en supermercados o máquinas expendedoras, debido a la limitada evidencia disponible.

El profesor Ian Caterson, presidente de la World Obesity Federation, comentó: «El etiquetado energético ha demostrado ser eficaz: las personas lo ven y lo leen, y esto disminuye las calorías compradas.”

error: Content is protected !!